El Tradicional Pesebre del Pueblo de San Jacinto de
Polonia Trujillo
René Briceño
El tradicional pesebre del pueblo de San
Jacinto de Polonia se ha considerado como un hecho tradicional y de gran
costumbre durante más de cincuenta años.
Esta hermosa y creativa estampa trujillana
fue iniciativa del Fray Juan Francisco Hernández González, conocido como el
Padre Mandarria hijo de tierras españolas, quien fue asignado para aquel
entonces como cura párroco del Pueblo de San Jacinto de Polonia. Tal y cual
como lo manifiestan distintas personas que fueron participes de la creación de
este pesebre, acertando su ayuda, en conjunto con el Fraile en la iniciativa de
este hecho histórico y que hoy en día
se mantiene vivo en los recuerdos que
albergan tan insigne manifestación religiosa, histórica y cultural. Entre los
personajes que formaron parte de la elaboración de este pesebre encontramos los
Sarmientos, Los Parillis, Los Troconis, Los Briceños y los Rivas, entre otros,
quienes algunos de ellos aun se mantienen vivos y recuerdan los hermosos
momentos que compartieron en el trabajo de
la elaboración de este pesebre.
El Padre Juan Francisco Hernández toma
dicha iniciativa para el año 1957 conformando un equipo de trabajadores quienes
aportaban su ayuda física y económica para la elaboración del antes mencionado.
El trabajo se inicia en el mes de Octubre
tomando como lugar el altar mayor del templo parroquial siendo tapado con una
larga y amplia cortina, la cual no se abre hasta la apertura del pesebre que se
realizaba el 24 de Diciembre en la misa de noche buena. Es un trabajo de larga
trayectoria que comienza con la armazón de hierro de toda la estructura de la
parte superior, dividido en varias partes, el pesebre se clasifica en 4
escenarios que son la atracción del visitante, el primero de ellos el lugar del
nacimiento del redentor, el segundo un pueblo asimilando al Belén del tiempo de
Jesús, el tercero un manantial real o conocido como la tradicional cascada y el
cuarto el desierto de los reyes magos, es necesario resaltar que cada año estos
escenarios son cambiados y elaborados de distintas formas dando la inquietud al
visitante y despertando en el pueblo la iniciativa de la creatividad, la
estructura inferior del pesebre es hecho de madera, se podría decir que ocupa
un gran lugar dentro del templo. Entre los materiales que se utilizaban y que
aun se utiliza para la elaboración de esta majestuosa estampa encontramos:
hierro, madera, papel, pintura, colores tierra, aserrín, musgo, plantas de
diferentes especies, rocas, concha de arboles, pinos, casas elaboradas en
anime, barro y madera, tela, luces, pasto seco, arena, plantas artificiales,
entre otros.
El pesebre posee una luna y una estrella
fugaz que tienen movimientos en todo el pesebre, la luna es conocida como la
luna viajera, la cual aparece en el exterior, en la parte izquierda o en la
derecha, son movimientos que cambian en el momentos, entre otros efectos
encontrados, también mencionamos el tradicional puente en la quebrada por donde
pasa un burro con leña, el hermoso desierto con movimientos en el mar y se
encuentra un hermoso pueblo lejano en donde de las casas sale humo real por las
chimeneas, esta estampa posee unas costosas imágenes quienes fueron traídas
desde España por el autor y creador de este pesebre, son imágenes de gran valor
que aún se mantienen.
Se cuenta que el padre Juan Francisco Hernández
era un poco delicado en la hora de la elaboración del pesebre, algunos
materiales eran traídos por los campesinos de los distintos campos de la
parroquia, el grupo de trabajadores era numeroso su trabajo era día y noche,
como dicen algunos feligreses “son tantos los recuerdos que aún se mantienen”.
La variedad de este pesebre es real y
vivencial, un pesebre que lleva al espectador al propio Belén antiguo, también
grandes hechos del propio pueblo de San Jacinto que a través del tiempo han
sido adaptados a esta estampa, como la Iglesia de San Jacinto quien fue
elaborada en madera y anime, para el año 2012, El Miranday quien fue realizado
para el mismo año y algunos personajes asignes de la parroquia, este pesebre a
través del tiempo ha convertido al pueblo de San Jacinto en un lugar muy
visitante durante la época de Diciembre.
Este hermoso trabajo se convierte en un
hecho de importancia para todos los trujillanos y venezolanos, ya que para el
año 1973 el Fray Juan Francisco es condecorado por el Papa Juan Pablo II, siendo un acto de
admiración para todos los habitantes del pueblo de San Jacinto, este pesebre ha
marcado historia, cultura y religiosidad a través de varias generaciones, como
también ha sufrido grandes transformaciones cuando el Padre Juan Francisco se
retira de la parroquia ya que su edad no le permitía seguir y es aquí cuando se deja de hacer el pesebre por más de cinco
años y para el año 2008 es que se vuelve a tomar la iniciativa de continuar con
esta tradición que hasta hoy en día se ha mantenido.
Este pesebre ha sido visitado por grandes
personajes venezolanos, la cual podemos encontrar en el libro de recuerdos, que
es abierto el 24 de Diciembre y cerrado el 02 de febrero, que es la fecha en la
cual se cierra el tradicional pesebre junto a la fiesta de la Candelaria. En
los últimos años se ha cerrado el 09 de Febrero como conmemoración por la
muerte del Padre Hernández quien falleció el 09 de Febrero del 2013.
La elaboración de este pesebre es un
trabajo fuerte y de lucha ,ya que es día y noche que se trabaja para que esté
listo y terminado para el 24 de Diciembre de cada año, este noche, es una noche
de gran relevancia para todos los habitantes de este pueblo ya se da apertura
han este majestuoso trabajo, este momento se da inicio con el canto de gloria y
el repicar de campanas, un momento único e incontable, este trabajo es
custodiado por un grupo de servidores conocidos como Esclavos del pesebre,
quienes forman parten del equipo de la realización del mismo.