jueves, 27 de octubre de 2016

Ponencia de Ismael Urdaneta “El Poeta Legionario” nacido en el Estado Trujillo.
  Chacoys Zue Pérez López 


         Se hace placentero congregar dos aspectos en un personaje histórico tal vez no muy arraigados en nuestra -aparentemente decadente- voluntad y necesidad de ahondar en nuestra compartida realidad histórica regional o local: Lo poético y lo bélico.

         Es una verdad a medio divulgar… Es posible que no se mencione a tal personaje, nacido en Trujillo –aunque notablemente zuliano por elección y discurso propio- así sea vagamente en cualquier punto del bachillerato, etapa donde supuestamente se estudia el momento histórico del cual fue actor vivo nuestro personaje: Ismael Urdaneta, el sofisticado guerrero poeta, guerrero en sentido literal, como actor fijo de la guerra; no cualquiera sino una de las dos únicas justas bélicas que alcanzaron el carácter mundial, registradas hasta la fecha.

         Urdaneta es sin duda y a mucha honra un característico Venezolano Universal, su momentum marcado por la ferocidad de la dictadura le lleva a afuera, a los patios donde de una manera totalmente diferente a la perspectiva venezolana se experimentaba con el enfrentamiento por los sueños de patria propia sin condiciones y con libertad: La Europa de la primera guerra mundial.
        
         Ismael nació el 4 de Marzo de 1885, como mencioné previamente su lecho natal corresponde a Moporo, que para ese momento formaba parte del Cantón de Escuque y que actualmente se ubica en el municipio de La Ceiba. La geografía explica por sí misma la incidencia de su nacimiento: sus padres andaban de paso por la costa sur del lago de Maracaibo para el momento de su nacimiento, seleccionando casi al azar el destino a este poblado Trujillano como lugar natal; se debe acotar con mucho ahínco que el mismo Ismael consideraba “accidental” el hecho de haber nacido en Trujillo, o más bien el hecho de haber nacido fuera del Zulia, ya que su orgullosa carta de presentación era su declarado gentilicio Zuliano… Toda la vida.
Echada á las márgenes de su lago, que le besa los pies con sus cristalinas ondas suaves, recibe el tórrido efluvio de un sol tropical. Y duerme sus bochornos, fatigada é indolente. Y se regocija en las claras noches de luna. Es fanática y soñadora. Parece una ciudad morisca; parece una ciudad castellana. Glorifica á sus hijos; zahiérelos a menudo. Es una madre, una hija, una hermana... y una víctima. Lo es todo, cuando lo intenta; se contenta en ocasiones con no ser nada. ¡Es una ciudad! ¡Mi bella y querida ciudad! (Párrafo tomado de “Maracaibo”, publicado por Ismael Urdaneta en El Cojo Ilustrado. Año XIX. 1º de junio de 1910. Nº 443.)
De este modo, pese a no ser Trujillano, Ismael como personaje histórico entreteje una interesante dualidad de origen que se explica a través de algunos antecedentes históricos: 35 años antes, para el 1850, José Tadeo Monagas mediante una orquestada organización Ejecutivo-Legislativo, despojan al Zulia de los territorios donde se ubica Moporo, por ejemplo, concediéndole el espacio geográfico a la vecina entidad Trujillana en respuesta y como castigo al levantamiento registrado por fuerzas Zulianas en contra de José Tadeo Monagas por el asesinato del diputado zuliano José María Salas.

         Ismael fue tanto militar como poeta, en ambas disciplinas cultivo una carrera admirable, llegando a ser bautizado como el “poeta legionario”, lo que se explicara más adelante. Da sus primeros pasos como poeta en el año 1908 cuando funda la revista “Élitro” y publica su primer poemario “Corazón Romántico” simultáneamente estudia derecho en la Universidad Central de Venezuela; pero interrumpe sus estudios para dar uno de sus pasos más importantes y hacia el extranjero: Barbados, Brasil Argentina y Uruguay serian los primeros países que visitaría de la larga gira que se extendió por buena parte de sus vida tras entrar en los círculos más importantes del periodismo en primer lugar, mas tarde el evento bélico le llevaría a cruzar el Atlántico; Europa vendría después.

         Pero primero lo primero, Ismael se paseo por varias naciones de América del Sur hasta que en año 1912; con 27 años de edad, es designado como corresponsal en Europa para el diario Uruguayo “La Plata”. Para el año 1914 empieza formalmente ese largo camino hacia su consagramiento como el poeta legionario, título que se gano a partir del momento que, producto de su amistad con Caracciolo Parra Pérez registra su nombre en las filas al servicio de la Legión Extranjera Francesa para el combate en la primera guerra mundial, de allí vemos de donde surge su titulo.

         Fue designado al Primer Regimiento acantonado en Bel-Abbés, y luego a la península de Galípoli en Turquía, donde es herido por primera vez en el año 1915. Realiza una de sus participaciones más importantes en la Batalla de Dardanelos, para luego trasladarse a África Septentrional. En el año 1916 es herido nuevamente en la Batalla de Verdun en Francia donde resistía la invasión alemana, Urdaneta también combatió en Egipto, Serbia y Ucrania.

         En la guerra Ismael pierde el Oído izquierdo producto del impacto de una bala (Dardanelos, 1915), y parte de su pie izquierdo se le amputa al año siguiente por la gangrena causada por su estancamiento en las trincheras de Verdun; por sus servicios al frente de la legión recibió diversas condecoraciones: recibiría La Medalla Interaliada, La Cruz de Hierro, Medalla de Verdún, el Distintivo de Herida y el Cordón de Honor al Mérito de La Legión Extranjera,  y una distinción del coronel Geay, jefe del Regimiento en 1918.

Para el final de la primera guerra mundial, Ismael se encontraba en la Argelia francesa, donde encuentra el amor casándose con Teresa Pascott, con quien engendra dos hijos: Emiliana y Alexis Arístides.

Su familia le ofreció resistencia a la idea de volver a Venezuela, por lo que termina volviendo al país para agosto de 1921, en soledad. Ismael era portador de diversas condecoraciones y reconocimientos por sus actuaciones en escenarios de guerra extranjera, por lo que su recibimiento en Venezuela fue de alguna manera significativa y simbólica para el país. Es recibido en la Capital y en su entrañable Maracaibo con honores. Un acto en el teatro Baralt de Maracaibo; diferentes conferencias donde relata sus experiencias en la guerra, entro otros eventos. Su carta de presentación era dual, por un lado el honor de su participación en eventos de carácter mundial le daban a conocer como un hombre realizado, pero por otro lado los vestigios de sus mutilaciones físicas en las trincheras y la ausencia de su esposa e hijos daban una imagen proporcionalmente adversa de su persona.

En Maracaibo se le recibió el 29 de septiembre con un acto en el Teatro Baralt, en presencia del para entonces Presidente del Estado Zulia, General Vicencio Pérez Soto, se presento a la Banda Bolívar del maestro Martucci en su honor y sería agasajado por el escritor Elías Sánchez Rubio. El 12 de noviembre de ese mismo año, se le  recibiría en el Teatro Nacional de Caracas.

Los ejemplares del diario Panorama se engalanan con la participación de la representación de la intelectualidad zuliana de la época, los más acreditados poetas, escritores, docentes y juristas del Maracaibo de principios de siglo, y entre ellos el poeta Ismael Urdaneta.

En 1922 publica, con la Imprenta Bolívar de Caracas, “Una noche en Odessa” un diario que recoge las memorias y testimonios de su vida en “la Perla del Mar Negro” ocupada por las tropas austríaco-alemanas a finales de la Primera Guerra Mundial.

Pese a la algarabía al principio, Ismael quien se encontraba discapacitado y enfermo, fue prontamente olvidado por la gente de su propia tierra, por lo que regresa a Europa como un inválido héroe de la guerra en el año 1927, logrando reunirse nuevamente con su esposa e hijos al mismo tiempo que  empeora gravemente enfermo de tabes dorsal (de lo que ya sufría desde su juventud), intenta convencer a su esposa y a sus retoños de irse a Venezuela, pero una vez más falla en el intento, por lo que regresa solo.

Ya en Maracaibo publicará en ese mismo año mediante Ediciones de La Quincena Literaria, Tipografía Comercio, de El Tocuyo, el poemario “Cantos de gloria y de martirio” escrito durante los años 1915 y 1916, hecho de versos dramáticos, de corte modernista y vanguardista, totalmente alejado de romanticismo criollo que le caracterizo en sus primeras obras y donde describe los horrores de la guerra y de los padecimientos del guerrero, exteriorizando la naturaleza anímica que le caracterizo durante su estancia en la legión extranjera de la Primera Guerra Mundial.

 Ismael Urdaneta, condenado a la discapacidad, es prontamente abandonado en su tierra, a pesar de tantos supuestos amigos venezolanos conocidos de España y París, con altos cargos de la dictadura gomecista.

Así, padeciendo la nostalgia de su familia en Argelia, con dolor y desesperanza en el alma, “el poeta legionario” como lo bautizó Elías Sánchez Rubio, padecerá la soledad de su personal encierro, consolado, pero aun atormentado por la memoria de su cónyuge y sus descendientes; hasta que el día sábado 29 de septiembre de 1928, a los cuarenta y tres años de edad, se suicidará de un disparo justo en el corazón, luego de pedirle un café a su madre. Reposan sus restos en el más antiguo de los cementerios de Maracaibo, El Cuadrado, donde comparte monte sacro con otros importantes seres del haber histórico zuliano y venezolano.

Así fallece un trujillano que nunca quiso serlo, creyéndose un fracasado, sin saber que para su pueblo seria un abstracto, casi ignorado héroe atormentado. Ismael murió en medio de mucha fama pero pocos recursos económicos.






La poetisa María Cristina Solaeche resume así su viacrucis final:

“Ismael Urdaneta, ese ser, extraño, único, visionario, errante, inconforme, bohemio, intranquilo, conocedor de placeres, de dolores físicos tanto propios como ajenos, del caos de la guerra, condenado a una silla de ruedas y a una cama, con una parálisis progresiva y dolorosa y las heridas que no cierran en su pierna”.

Ismael Urdaneta, evocado por Jesús Ángel Parra como precursor del vanguardismo venezolano, dejó entre su copiosa producción, algunos de los versos más sentidos sobre la identidad del zuliano.

Había nacido en el puerto trujillano de Moporo, pero amó al Zulia con obsesión y de allí sus ciclos, entre cada triunfo y fracaso, hasta esta tierra, la que eligió para morir.

Obra poética:

    Corazón romántico. El poema de Carmen Catalina. Imprenta Americana. Maracaibo. 1908. 2ª edición. Instituto Zuliano de la Cultura. Maracaibo, 1978.

    Laureles y rosas: el 17 de enero de 1908 en la Fortaleza de San Carlos (coautor con O. González Velasco). Imprenta Americana. Maracaibo, 1908.
    Siembra y vendimia. Imprenta de Coni Hermanos. Buenos Aires, 1911.

    Una noche en Odessa. Imprenta Bolívar. Caracas, 1922

    Cantos de gloria y de martirio. El Tocuyo: Tipografía Comercio. Maracaibo, 1927.

    Poemas de la musa libre. Taller Gráfico. Caracas, 1922. 2ª edición. Instituto Zuliano de la Cultura. Maracaibo, 1977





FUENTES DE CONSULTA BIBLIOGRAFICA.

Padrón, P. L. (1977). Ismael Urdaneta. Maracaibo: Tipografía Unión.

Parra Pérez, C. (1942). El Legionario Ismael Urdaneta. Caracas: Revista Nacional de la Cultura.

FUENTES DE CONSULTA EN LA WEB.


Escalante, R. (30 de Septiembre de 2013). ¿Por que se suicido Ismael Urdaneta? Recuperado el Septiembre de 2016, de http://noticiaaldia.com/2013/09/por-que-se-suicido-ismael-urdaneta-ramon-alberto-escalante/

Solaeche, M. C. (s.f.). Ismael Urdaneta, el poeta legionario. Recuperado el Septiembre de 2016, de http://letralia.com/221/articulo02.htm

Zambrano, G. (Enero de 1996). SABER ULA. Recuperado el Septiembre de 2016, de http://www.saber.ula.ve/bitstream/123456789/32277/1/articulo16.pdf

















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